Por la cuarentena ya casi no hay cigarrillos en San Luis
La situación que se venía anunciando desde hace unos días finalmente es una realidad; ya es prácticamente imposible conseguir un paquete de cigarrillos en la ciudad.
Tal como se venía advirtiendo desde el principio de la cuarentena, llegó el problema para los fumadores en el país; y el panorama es el mismo ciudad de San Luis: conseguir un paquete de cigarrillos es una misión imposible.
Las estaciones de servicios y los quioscos advirtieron desde este fin de semana que no tienen “ni un pucho”.
Algunos, este fin de semana, se ajustaron al abastecimiento y comenzaron a vender como máximo uno o dos atados de cigarrillo por persona, ya que en las distribuidoras principales ajustaron las ventas por comercio.
Federico Amieva, dueño del kiosco Bufet explicó en comunicación con El Chorrillero que las dos distribuidoras en San Luis, (Ferrero y Cía. y Gino S.R.L) se encuentran con “poco stock”.
La crisis se acentúa porque las grandes fábricas se encuentran cerradas en todo el país.
“Los chicos de la distribuidora están teniendo poca mercadería porque no entran los camiones y entonces venden las marcas que les quedan con una cantidad limitada por negocio, para que todos tengan aunque sea un poco”, argumentó Amieva.
Sin embargo, en las últimas 48 horas se agotaron en todos los negocios de la ciudad. En pleno centro, este lunes los locales colocaron los carteles para advertir “que ya no hay”.
Mónica Janet, del Kiosco “El flecha” explicó: “Desde hace tres semanas se consiguen muy pocos cigarrillos”. Debido a este problema se vieron obligados a comercializar “dos atados por persona”.
Contó que en las distribuidoras las marcas principales como Marlboro, Phillip Morris y Chesterfield están “prácticamente agotadas”.
“Mi marido fue a comprar y solo le vendieron dos cartones de cigarrillos”, contó Alejandra Pereyra del maxikiosco “El sol”.
Según algunos fumadores consultados por este medio, la situación se agrava porque algunos locales hasta aumentaron los precios.
Roció Bollo confirmó que recorrió “casi todas” las estaciones de servicios del centro y no consiguió, este domingo.
“En el único lugar donde había fue en el drugstore de la Av. Illia pero con un aumento de $10, comparado a la última vez que compré. Yo fumo Lucky Stricke, hoy en día un atado de diez me sale $70 en una estación de servicio, pero en un kiosco me sale $90”, advirtió.
Ante la situación de desabastecimiento Roció dijo que decidió comprar tabaco para armar porque “conviene ya que el paquete de 35 gr, marca Moro, sale $220”.
Por otro lado Daniela Gutiérrez que vive en Juana Koslay dijo: “La verdad es que no consigo por ningún lado. El último atado de cigarrillo que compré me lo cobraron como siempre”.
En Potrero de los Funes pocos “son los lugares en los que se encuentran cigarrillo”, según Ariadna Palacios. “Solo encontré de Phillip Morris convertible y el precio es el mismo, aunque los cigarrillos acá se consiguen más caros que en la capital”, dijo.
A nivel nacional
Las dos principales tabacaleras del país (Massalin Particulares y British American Tobacco) pidieron ser exceptuadas de las medidas del Gobierno y poder retomar sus actividades siguiendo el protocolo de prevención, pero aún no obtuvieron respuesta.
La actividad no fue considerada como un rubro esencial en el decreto presidencial que le dio inicio a la cuarentena y ahora las empresas buscan una salida para activar la producción y presentar los protocolos sanitarios que requieren las autoridades. Si eso ocurre, se normalizaría la distribución aunque podría llevar varios días.
En una nota dirigida al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas pidieron volver a producir.
“La producción tabacalera jujeña y la de todo nuestro país necesita con urgencia que se restituya la comercialización de paquetes de cigarrillos, la industria tiene preparados los protocolos para el trabajo seguro y cumplir con las medidas de seguridad necesarias, para evitar un daño irreversible a nuestro sector, y pérdidas de puestos de trabajo que no se podrán recuperar”, advirtió la Federación Argentina de Productores de tabaco.